La conferencia general de la UNESCO proclama el 13 de Febrero como Día Mundial de la Radio. Ese día tuvo lugar además en el Teatro Mira de Pozuelo de Alarcón la entrega de los premios nacionales de 2015, organizados por la Academia Española de la Radio. Y este blog no podía ser indiferente a ello, aunque ya hablaremos más detenidamente.
Para empezar, cuando se trata de hablar de la radio en un día como éste lo primero que me viene a la cabeza son esos grandes proyectos de emisoras que se mantuvieron impertérritas en el dial hasta que un día fueron absorbidas por otros grupos de comunicación o finalmente desaparecieron, formando ya parte de la historia.
Hablamos, pues, de Antena 3 Radio, Radio España o la misma Radio Intercontinental de Madrid, desde que fue comprada por Intereconomía en el año 2009. De hecho, es ésta última la que aún perdura en nuestro recuerdo, con esa sintonía inconfundible que no hemos vuelto a escuchar: “Aquí Radio Intercontinental Madrid”. Aunque a algunos les sonara a antiguo, quizás demasiado antiguo; pero era su gran valor diferencial, la de comportarse como un verdadero museo viviente, lleno de historia, por ejemplo, con la voz de Maria Elena Doménech como voz corporativa.
Luego me viene a la mente la radio actual. Aquí englobaríamos desde la radio de siempre como La SER y COPE, pasando por cadenas más modernas como Onda Cero hasta llegar las más recientes como Esradio o Radio 4G.
Es curioso, pero todas ellas me suenan parecidas. Lo mismo puedo decir de las cadenas musicales. En Cadena Cuarenta, Cadena Cien, Máxima FM o la reciente Megastar FM, por poner ejemplos, sólo varía el tipo de música y la clase de público objetivo al que van dirigidos; pero en las formas, las voces, el modo de dirigirse al oyente…, todas parecen responder a las mismas directrices como si estuviéramos hablando de canciones con diferentes letras, pero con el mismo estilo de música. Mención a parte, sin embargo, merece Radio Sol XXI; una emisora que puede recordar a veces a esas típicas locales o regionales, cuando nos separamos un poco de Madrid o vamos recorriendo España de frecuencia en frecuencia. Es quizás esa forma de hacer radio con unas reglas menos tasadas, pero que en cualquier caso, junto a su fórmula de canciones dedicadas, ofrece personalidad, que es lo que considero la clave para la marca de cualquier producto.
En tercer lugar estarían los pequeños proyectos, la cantidad de emisoras universitarias, con fines formativos, así como radios libres y comunitarias sin ánimo de lucro. Cuántos habremos pasado por las Ondas de Radio Complutense o de Onda IMEFE, aquel proyecto de radio municipal de Madrid, cuyas ondas ofrecieron cobijo tanto a profesionales como alumnos.
Y en cuarto lugar, no podía faltar la radio del futuro, la nueva radio a través de Internet, que la mayoría ofrecen como complemento a las ondas hertzianas, pero que otros ya lo ven como la única alternativa, ofreciendo diversos canales musicales como le pasa a Radio 4G junto a servicios interactivos y el apoyo de las redes sociales.
En cualquier caso, como ya comenté en otro artículo, da igual la forma, por Internet o por las ondas, la radio creo que continuará formando parte de nuestras vidas porque nunca podrá competir con la televisión ni en inmediatez ni especialmente con la fuerza de la palabra. La radio siempre es apta para la reflexión, expresar argumentos, ideas, y por supuesto hacer volar la imaginación. La imagen desgraciadamente siempre será más presa del espectáculo. Son dos lenguajes diferentes. Por eso los dos coexistirán, porque cada una tiene sus virtudes y limitaciones aportando lo mejor de sí mismas para cada situación.