Por Francisco J. Santos. RPI
Seguimos Frecuencia Nueva con esta serie de artículos destinados a reflexionar sobre las diferentes soluciones que debería estudiar detenidamente el Gobierno para que el Segundo Dividendo Digital se convierta precisamente en la oportunidad de presentar lo más ventajoso, tanto para el ciudadano como para las Administraciones Públicas; y no dejándolo todo para el último día como posiblemente acabe sucediendo de nuevo.
En el artículo anterior nos planteábamos si continuar con las redes de frecuencia única (aunque sea a nivel provincial) o profundizar en un modelo de redes multifrecuencia; garantizando así, que de emplear centros de gran cobertura, sus señales no afectarán a otros a grandes distancias, ni dentro ni fuera de cada provincia, porque siempre se utilizarán frecuencias diferentes. Y ahora, muy relacionado con lo anterior, hay que decidir entre dos nuevas siglas ¿TDT o TDT2?
Si bien es verdad que, como en toda innovación tecnológica, siempre nos encontramos con el inconveniente de la incompatibilidad respecto a los dispositivos anteriores; también es cierto que desde el 2015 prácticamente todos los televisores se encuentran preparados, y en cualquier caso, la adaptación necesaria sería relativamente sencilla.
Basta un pequeño receptor conectado a cualquier entrada HDMI, y sin embargo, las ventajas que nos ofrecería la nueva TDT2 con respecto a la actual TDT serían cuantiosas; ya que gracias a su mayor ancho de banda permitiría aumentar exponencialmente el número de emisoras a transmitir en un mismo múltiplex, pasando de las dos en alta definición junto a las cuatro en definición estándar que como mucho obtenemos con la actual multiplexación estadística, a las más de quince en definición estándar o hasta seis en alta definición que se conseguiría con la nueva TDT2.
En segundo lugar, no por ello disminuiría la calidad sino que incluso aumentaría, ya que una vez más su mayor ancho de banda facilitaría un gran número de emisoras en Alta Definición (en el caso de TVE todas). Además, pensemos que junto a la utilización del códec H265 la TDT2 se convertirá tarde o temprano en la norma obligada para la futuras emisiones en 4K (aunque lo cierto es que todavía son muy incipientes y en ese caso más vale que nos decantáramos por el satélite como ya hablaremos)
Y finalmente, todo esto nos llevaría a la tercera de sus ventajas: la posibilidad de reducir el número de múltiplex para las mismas emisoras a transmitir, así como el menor coste en la difusión de cada servicio, consiguiendo un apreciable ahorro de espectro radioeléctrico; ahora que como sabemos lo veremos recortado por segunda vez, en este caso en la banda de los 700 Mhz, es decir, la comprendida entre los actuales canales 50 y 59 de UHF.
De este modo, pensamos que frente a los ocho múltiplex actuales o como mucho siete que quedarían en caso de unificar todas las emisiones al códec H264 (consiguiendo posiblemente el ahorro de sólo un múltiplex), con la nueva TDT2 sólo necesitaríamos cinco (cuatro más el autonómico); por lo que dicho ahorro se multiplicaría por tres, pudiendo reducir los dos actuales múltiplex RGE de TVE a uno sólo, al tiempo que también conseguiríamos reducir los cinco múltiplex privados a sólo tres, tal y como podemos apreciar en la siguiente tabla:
Múltiplex RGE | La 1 HD, La 2 HD, Teledeporte HD, Clan y 24 h |
Múltiplex Mediaset | Cuatro HD, Telecinco HD, Bemad HD, Boing, FDF, Energy y Divinity |
Múltiplex Atresmedia | Antena 3 HD, La Sexta HD, Atreseries HD, Neox, Nova y Mega |
Múltiplex resto | Dmax y Gol TV (Unidad Editorial), Disney Channel y Paramount Channel (Vocento) Ten (Secuoya) , Dkiss (Kiss Media), 13TV, Real Madrid HD |
Mux autonómico | Telemadrid HD, La Otra HD, Botopro (antigua EHS y antes Onda 6) |
Además, está organización arriba indicada (un múltiplex agrupando a todas las emisoras de TVE, otro agrupando igualmente a todas las emisoras de Mediaset, otro más agrupando a las de Atresmedia y finalmente el que agrupe al resto de las licencias) resultaría mucho más lógica para el usuario, facilitando encontrar mejor las emisoras para ordenarlas a su gusto en lugar de que todas aparezcan mezcladas sin criterio alguno; y eliminándose definitivamente todas las señales replicadas en definición estándar de las que ya lo hacen en alta definición, pues con la TDT2 el códec también sería único, no teniendo sentido seguir empleando además el MPEG2.
Y ahora llegamos a la clave de la cuestión ¿que haríamos con el resto del espacio radioeléctrico? ¿lo seguiríamos llenando de nuevas licencias que al final pueden acabar funcionando como alquileres encubiertos? ¿resultaría prioritario el 4K cuando todavía estamos en pleno proceso hacia la alta definición real y hay zonas donde, por lo publicado en los medios, ni siquiera pueden ver la televisión? ¿o bien tratamos de hacer frente a las necesidades de la población en cuanto a mejorar sus condiciones de recepción, proponiendo profundizar en el modelo multifrecuencia que ya planteábamos como respuesta a las dificultades provocadas por nuestra compleja orografía? (y no por ello dejaríamos de lado las mejoras en calidad, en tanto que como hemos dicho, podrían incrementarse el número de emisoras actuales en HD).
Por eso, dada que esta última opción es la que parece más razonable, continuaremos hablando sobre ello, en este caso detallando cómo podría llevarse a cabo en la práctica.
TDT2 y redes multifrecuencia. Explicación y desarrollo
Efectivamente, en el artículo anterior de nuestro blog Frecuencia Nueva y tras un estudio detenido del asunto, ya avanzábamos esta opción, que no implicaría la eliminación completa de las redes de frecuencia única (en tanto que posiblemente no se podría ni sería totalmente deseable en términos de eficiencia radioeléctrica), pero sí profundizar en un modelo multifrecuencia mayor que el actual; de manera que en caso de emplear centros de gran cobertura o aumentar la potencia de algunos de los existentes para hacer frente a la gran dispersión de la población, sus señales nunca lleguen a afectar a otros a grandes distancias; ya que gracias a esta nueva organización siempre se primaría la utilización de frecuencias diferentes. Para ello, como ya propusimos, se trataría de dividir cada provincia en pequeñas zonas llamadas «demarcaciones» donde, como mucho, las redes de frecuencia única quedasen acotadas a espacios cuyos transmisores no estuvieran a más de 20 o 35 Km entre sí; y debiendo buscar un equilibrio entre el máximo de demarcaciones a considerar, el número de frecuencias posibles y las posibilidades geográficas de cada territorio.
De esta forma, la gran diferencia que debería marcarse respecto a la situación actual (e incluso independientemente de que la tecnología a emplear fuera la TDT o la TDT2), es que exista una independencia entre los canales radioeléctricos asignados a cada uno de los grandes centros principales que constituyen «el tronco» de la red de difusión; y los emisores secundarios que actúen de apoyo a los primeros, así como los muchos reemisores complementarios instalados posteriormente para hacer frente a las llamadas áreas de extensión de cobertura.
Es decir, que como ya se imaginará el lector, en lugar de que éstos últimos tomen su señal de los primeros y la reemitan utilizando la misma frecuencia a lo largo de toda la provincia, deberían hacerlo en canales de UHF diferentes, pudiendo a su vez dividir cada provincia en esas referidas zonas llamadas «demarcaciones»; y que pueden ir desde esta unidad mínima diferenciadora, a las cuatro básicas coincidiendo con los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este y oeste, o bien noroeste, noreste, suroeste y sureste), o al máximo que según cada zona y canales disponibles sea posible con el fin de cubrir todas las necesidades y evitar también conflictos entre ellos.

Asimismo, como ya comentamos en el reportaje anterior de Frecuencia Nueva , este modelo también nos permitiría integrar las emisiones de televisión local dentro del múltiplex autonómico. Esto significa que si, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, en el repetidor de Guadalix de la Sierra se empleara el canal 48 de UHF como múltiplex para Telemadrid, en San Martín de Valdeiglesias el 37 y en Morata de Tajuña el 47; sin dejar de transportar la misma señal de la televisión autonómica en todos ellos, al corresponderse con canales radioeléctricos diferentes, podrían añadirse también en cada uno sus respectivas emisiones de televisión local evitando así recurrir a una red de múltiplex diferentes sólo para estas pequeñas televisiones. Aunque hay que puntualizar que esta posibilidad sería opcional, añadida y no exclusiva; pues no tendría sentido emplearla en centros de gran cobertura pero sí en aquéllos correspondientes a determinados municipios que, como apoyo a la autonómica, nos permitan integrar dichas emisiones sin necesidad de disponer, insistimos, una red más de múltiplex diferentes.
Sigue en la segunda parte de nuestro reportaje.