
Como ya hemos indicado en varias ocasiones, y en especial en la consulta pública de los 700 Mhz enviada al por entonces Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, el cese de las emisiones de televisión desde el conocido transmisor de Navacerrada, en Madrid, nos ha dejado importantes carencias que ha habido que suplir con una elevada presencia de centros emisores, llamando la atención el incremento exponencial sufrido tanto en el caso de Telemadrid, pasando de 23 a 59 estaciones, como los correspondientes a TVE, que pasan igualmente de 24 a 51; dando como resultado hasta 36 y 27 emisores más, cuyo cómputo total suponen más del doble de los empleados durante la anterior televisión analógica para el mismo territorio.

Por otra parte, nada de esto ha resultado lógicamente rentable para las Administraciones Públicas pues, siguiendo con los datos, de los referidos 36 puntos de emisión necesarios para equiparar, por ejemplo, la cobertura de Telemadrid a la que anteriormente se disfrutaba gracias a Navacerrada, 31 de ellos pertenecen a las llamadas áreas de extensión de cobertura, es decir, aquéllas que no entran en el 98% y 96% de la población que los radiodifusores públicos y privados están obligados a cubrir por ley; debiendo ser, por tanto, los ayuntamientos afectados quienes financien su instalación y mantenimiento.
De manera que al final, asfixiados por tan elevado coste, han sido éstos los que han terminado derivando las responsabilidades a su respectiva comunidad autónoma (en este caso la Comunidad de Madrid) primero mediante subvenciones y finalmente con su mantenimiento completo, que ahora deberá asumir nuevamente ante la necesidad de que los 59 centros para el caso de Telemadrid y los otros 51 correspondientes a los RGE de TVE adapten sus frecuencias a las nuevas que se planifiquen de cara al segundo Dividendo Digital.

Además, recordemos que muchas de estas subvenciones ya han sido objeto de serias advertencias por parte de la Comisión Europea, en lo que implica romper el principio de neutralidad tecnológica, dando siempre la prioridad a la TDT frente a otros operadores que puedan plantear soluciones alternativas para llegar a las zonas más remotas y complejas.
Los orígenes del apagón de Navacerrada
Para entender todo esto, según las explicaciones oficiales, tenemos que remontarnos a la fecha en que se produjo su cese que fue el apagón analógico de abril de 2010.
En aquel momento imperaba en España una red de frecuencia única a nivel nacional, la comprendida entre los canales 66 a 69 de UHF, pensando que su excesivo rebasamiento podría comprometer las adecuada recepción de otros centros emisores más lejanos al coincidir señales con demasiado retardo y, por tanto, por encima del intervalo de guarda. También se aludía a dificultades en su mantenimiento y a su elevado coste por situarse, como sabemos, en una cima cuyas condiciones meteorológicas suelen ser muy adversas.
Sin embargo, respecto a este último motivo nada es comparable con el coste de los 62 centros actuales, como tampoco creemos que su mantenimiento difiera mucho del que actualmente se está asumiendo para las emisiones en FM de Radio Nacional de España y Onda Madrid que afortunadamente aún se siguen difundiendo desde esa misma cima, con una calidad de recepción y cobertura que ya quisieran para sí muchas otras de FM y no digamos de TDT.
Y en cuanto al primero de los motivos señalados tampoco le vemos especial sentido ahora que, una vez retirada la citada red de frecuencia única nacional, y conseguido que las actuales redes isofrecuencia sólo lo sean a nivel provincial, la posibilidad de solapamientos desaparece; ya que, en cualquier caso, los canales radioeléctricos asignados cambian en cuanto pasamos de una provincia a otra dentro y fuera de cada comunidad autónoma.
Además, siempre nos ha parecido mucho más eficiente y limpia radioeléctricamente una sola señal de gran cobertura que no la diseminación de numerosos pequeños remisores, todos ellos emitiendo en la misma frecuencia, multiplicando innecesariamente el número de señales y generando un importante impacto medioambiental a la vez que se aumenta el riesgo de reflexiones e interferencias en cuanto uno sólo se desincronice.
Nuestra propuesta
Como ya nos hemos referido en otros artículos pocas veces nos van dar dos oportunidades para hacer las cosas mejor o simplemente para hacer bien aquéllas que, por diversos motivos, no se hicieron adecuadamente en el pasado.
Y entendemos que una de ellas debería pasar por la manera en que hemos de optimizar el coste – beneficio de las infraestructuras maximizando la productividad técnica de su conjunto respecto a la inversión económica necesaria para conseguir su respectivo fin.
Por tanto, dado que como acabamos de explicar, no creemos que Navacerrada pueda representar mayores dificultades que las existentes en otros centros similares como Montánchez en Cáceres o Peña de Francia en Salamanca, ni tampoco exista ninguna red de frecuencia única a nivel nacional que pudiera comprometer la recepción de otros centros emisores a grandes distancias, nosotros apostaríamos por su incorporación a la red de difusión (en este caso de TDT) ahora que se está procediendo precisamente a la planificación de nuevas frecuencias, y máxime cuando ha sido uno de los que tradicionalmente mejor han contribuido y con mayor eficacia a la transmisión de señales de radio y televisión.
Así para ello y asignándole, no obstante, canales radioeléctricos propios, diseñaríamos básicamente cuatro haces: uno onmnidireccional correspondiente al RGE2 de TVE dirigido a las cinco provincias colindantes (Madrid, Guadalajara, Segovia y parte de Toledo y Ávila); otros dos más direccionales correspondientes a las emisiones autonómicas y regionales de TVE para las dos comunidades autónomas a las que pertenecen cuatro de esas mismas provincias, y finalmente el dirigido a cubrir el múltiplex autonómico de la Comunidad de Madrid.
De esta forma, siguiendo la misma fórmula ya expuesta en artículos anteriores, es decir, la de hacer corresponder los canales radioeléctricos utilizados por cada operador durante la anterior televisión analógica en lo que sería su conversión a los nuevos múltiplex de TDT, el resultado sería la siguiente tabla que presentamos a continuación; disponiendo el RGE1 de TVE para las provincias de Segovia y Ávila en el canal 27, el RGE1 de TVE para las provincias de Toledo y Guadalajara en el canal 34, el múltiplex autonómico de Castilla La Mancha para las provincias de Toledo y Guadalajara en el canal 23, el múltiplex autonómico de Madrid para su respectiva comunidad autónoma en el canal 41 y finalmente el múltiplex autonómico de Castilla y León para la provincia de Segovia en el canal 21.
Asimismo esta propuesta haría necesario asignar otro canal para Telemadrid desde Torrespaña que en este caso sería el 28, cambiar el actual de Castilla La Mancha en Toledo del 23 al que en sus orígenes se correspondía igualmente con su canal analógico que era el 25 y como mucho cambiar el múltiplex local de la demarcación de Aranjuez al canal 30 (aunque posiblemente en este último caso no sería necesario al estar dirigida a Segovia y no a Madrid.)

Por otra parte, si bien esta planificación sería la más idónea respecto a la futura incorporación de nuevos servicios en los distintos múltiplex autonómicos (sobre todo en lo que respecta a la conversión de actuales emisiones de SD a HD) también entendemos que es la que más recursos podría consumir empleando hasta cuatro canales radioeléctricos, como de hecho así fue durante la anterior televisión analógica (incluso con uno más que en este caso hemos pretendido ahorrar). Por eso también planteamos una segunda propuesta que, aunque menos ampliable, pueda ser más adaptable a las configuraciones actuales sin originar tantos cambios; y que pasaría por agrupar, sólo para Navacerrada, las emisiones de TVE y autonómicas en un mismo múltiplex.
De esta forma el RGE1 de TVE en el canal 34 de UHF dirigido a las provincias de Toledo y Guadalajara quedaría con las emisiones de La 1 HD y La 2 HD para Castilla La Mancha, pero incorporando también las de la autonómica CMMedia para esas mismas provincias. E igualmente el RGE1 en el canal 27 dirigido a Segovia con las emisiones de La 1 HD y la 2 HD para Castilla y León incorporaría a su vez la emisión de la Televisión de Castilla y León para esa misma provincia, que en este serían las cadenas CyLTV7 y CyLTV8.

Finalmente las emisiones de TVE que no implican ninguna desconexión, se quedarían lógicamente en el RGE2, es decir, Clan TV HD, Teledeporte HD y 24h; puesto que según la nueva distribución de los MPE expuesta en nuestro artículo «propuestas de organización y planificación de emisiones en TDT de cara al segundo Dividendo Digital», Dkiss y Ten no entrarían en el RGE2, sino que formarían parte del rebautizado MPE5 como «últimas licencias» (ver el cuadro que en su momento publicamos)
Conclusión
Insistimos. Sólo en una comunidad tan pequeña como Madrid tenemos hasta 59 puntos de emisión dedicados a difundir la señal de Telemadrid, más otros 51 correspondientes a los RGE de TVE, es decir, más del doble frente a los apenas 23 y 24 que existían durante la anterior televisión analógica y que nuevamente tendrán que adaptarse a las nuevas frecuencias derivadas de la ejecución del segundo Dividendo Digital. De todos ellos, la inmensa mayoría están fuera del 96% y 98% de la población que los operadores públicos y privados tienen que cubrir por ley; por lo que entendemos que serán una vez más los ayuntamientos afectados o en su caso la respectivas comunidades autónomas (en este caso la Comunidad de Madrid) las que tengan que asumir un elevado coste.
¿Estamos, pues, preparados para gastar tanto dinero público en tiempos donde precisamente tanto se habla de ahorrar por parte de la Administración?
Por eso pensamos que debería estudiarse seriamente la posibilidad de incorporar Navacerrada aprovechando la planificación de nuevas frecuencias que se haga de cara al segundo Dividendo Digital; una posibilidad nada remota y suficientemente factible, tal y como pretendemos demostrar, en tanto que el sistema radiante ya se encuentra instalado y sólo habría que implementarle la transmisión en TDT como se hizo en cualquier otra estación cuando se produjo el conocido apagón analógico de abril de 2010.

Es más, recordemos que este eficaz centro emisor ya estuvo emitiendo en TDT junto a Torrespaña aquella pionera plataforma de pago Quiero TV, en los mismos canales 66 a 69 que más tarde, y una vez desaparecida la referida plataforma de pago, se utilizaron como red de frecuencia única a nivel nacional.
Artículo de elaboración propia escrito por Frecuencia Nueva de Radio y Televisión. Todos los datos aportados se basan en tablas elaboradas igualmente por Frecuencia Nueva a partir de los datos publicados por el entonces Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y el anterior Ministerio de Industria hoy asumido por el Ministerio de Economía y Empresa.
Otros artículos relacionados:
- Reflexión sobre los problemas con la TDT en Segovia. Frecuencia Nueva 25 12 2015
- Fallos en la cobertura multiplican las quejas en Segovia por no poder ver la TDT. El Norte de Castilla 18 11 2015
- El cierre de Navacerrada ¿cuestiones técnicas? Reflexión sobre los problemas con la TDT en los pueblos de la sierra norte madrileña. Frecuencia Nueva 26 07 2015
- El municipio de Boadilla firma un convenio con otros tres municipios para garantizar la cobertura de TDT. Europa Press 09 04 2015
- 58 pueblos de Madrid podrían perder la TDT. El Mundo 11 02 2015
- Apagón digital en la Sierra. El País 07 05 2014
- ¿Podría no haberse apagado el centro emisor de televisión en Navacerrada? Jacobo de Pedro 06 2010