Al rescate de Intercontinental de Madrid ¿un ejercicio de restauración u oportunismo?

El pasado 18 de Septiembre de 2023 tuvo lugar en los estudios de Canal 33 de Avenida de América un maratón de 12 horas de duración para promocionar la nueva andadura de Radio Intercontinental de Madrid en el 95.4 de la FM

Como tratando de repoblar en tierra quemada tras un incendio, así trata de resucitar Canal 33 la Radio Intercontinental de Madrid de sus cenizas.

Todo empezó, recordemos, en 2009, cuando el Grupo Intereconomía entraba en la emblemática emisora como un león en una cacharrería, reformando su icónica sede que en otros países se hubiera preservado para construir un museo de la radio, y persiguiendo desde nuestro punto de vista un triple objetivo:

En primer lugar, popularizar tanto su marca de radio como de televisión; lo cual fue gracias a la vieja y denostada Onda Media, tan despreciable por los directivos de Intereconomía según palabras de Eduardo García Serrano, frente a la moderna frecuencia modulada; pero que, por el contrario, fue a través de esa Onda Media como se consiguió hacer célebre el programa «El Gato Al Agua» frente a una TDT que todavía era muy incipiente.

En segundo lugar, eliminar ciertos programas molestos políticamente, también para la derecha liberal, especialmente «Punto de Vista» que fue el primero en caer.

En tercer lugar, y en relación al punto anterior, domesticar tanto a sus viejos profesionales como a su fiel audiencia, que ahora se uniría a la de Intereconomía, de acuerdo a nueva línea editorial que, aun manteniendo una aparente perspectiva conservadora, a diferencia de la de Radio Intercontinental de Madrid, ya nunca volvería a tener un carácter antiliberal.

Y lo más importante, extender la influencia de la propia Intereconomía para tratar de conseguir un puñado de votos más de cara a esa misma derecha liberal que Intereconomía representaba, aunque fuera a costa de la bancarrota y el concurso de acreedores, que terminaría con la mítica Radio Intercontinental (posteriormente rebautizada como Radio Inter) saliendo a pública subasta para ser comprada por un grupo chino de comunicación llamado Grupo Internacional de Medios cuyo director, el reconocido Carlos Peñaloza, intentó hacer todo lo que pudo por mantenerla hasta el final.

Ahora es Enrique Riobóo quien pretende rescatarla de su naufragio, y más bien como nos referíamos al principio, de sus cenizas; ya que de no haber sido por la maniobra política que posiblemente se escondió detrás de la nefasta operación de Intereconomía, la histórica emisora seguiría sobreviviendo en nuestros días con su fiel audiencia y publicidad que casi estaba unida a más a ella y a sus profesionales que a su propia audiencia.

Alabamos desde luego su heroica iniciativa que, por otra parte, no ha dejado de sorprendernos ya que sus marcas entendemos que estarán registradas y protegidas por la leyes de propiedad industrial e intelectual, a no ser que algunas de ellas no lo estén o del tiempo se hayan convertido en dominio público como el mítico indicativo «Aquí, Radio Intercontinental Madrid«.

Tampoco creemos que un periodista de la talla de Enrique Riobóo peque de ingenuidad dada su dilatada experiencia en el campo de la prensa local en Madrid y de su Canal 33, que va camino de los treinta años si consideramos aquel proyecto que le precedió en 1994 llamado Canal 47.

Sin embargo, a veces la ilusión nos puede cegar la percepción de ciertas realidades, y por eso no queremos dejar pasar la oportunidad de expresar nuestra opinión haciendo la siguientes consideraciones sobre cómo vemos  esta aventura que ojalá llegue abrirse como una nueva etapa para «La Inter«.


Principio básico, la recuperación del 918 Khz de la Onda Media de Madrid

Posiblemente el director de Canal 33 nos dijera que es una quimera resucitar el 918 Khz de la Onda Media ya que su coste de mantenimiento sería muy alto, especialmente por la factura de la luz que consume el transmisor; a parte de que es posible que su licencia siga en manos del grupo chino de comunicación, aunque en la práctica lo hayan dejado mudo y parezca que no les interesa para nada.

¿Estarían dispuesto a venderla? ¿por cuánto de dinero? Si ni siquiera la utilizan podrían simplemente cederla a modo de donación como casi le ocurrió a Radio María con el 97.2 de la FM, que bien pueden considerarlo como un milagro más de la virgen cuando el grupo mejicano Multimedios decidió hacerles una gran oferta en relación a esta histórica licencia para emitir nada menos que desde Torrespaña, heredada de lo que en su día fue Radio España en la FM y posteriormente rebautizada como Cadena Top Radio.

Pero estamos seguros de que en este caso los chinos sí que estarían dispuestos a hacer negocio con ella; por lo que desgraciadamente, si adquirir el 918 Khz puede considerarse una quimera, más luego su mantenimiento, es posible que el propio proyecto también pueda quedarse en una cierta quimera por las siguientes razones.

La primera, por lo acontecido recientemente con el fracaso de Decisión Radio a tenor la última de las informaciones que se publicaron en julio de este año; una victima más producto de una FM saturadísima, cuya recepción en el 102.1 nos parecía más que deficiente; y que además, teniendo en cuenta que podía ser una emisora potencialmente molesta, el no disponer de licencia le haría el trabajo muy fácil al Ministerio de Industria para acabar cerrándola igualmente aun cuando las cuentas y la publicidad pudieran haberle cuadrado.

No es el primer caso. Ya en 2016 Juan Manuel Pozuelo y Pedro López trataron de rescatar junto al periodista Javier García Isaac la marca de Cadena Ibérica que fundara Eugenio Fontán a finales de los ochenta para emitir, primero por el 88.8, y después por 91.9 con idénticas dificultades.

Y con el con el 95.4 de la FM, tal y como hemos comprobado con receptores como el Sony ICF-M33RDS y el Sangean PR-D5, no estamos muy lejos de los mismo. Es decir, un punto del dial acertado en cuanto a que está estratégicamente situado al lado de Intereconomía, separándole además 0.3 Mhz; pero que aún así, no vemos que llegue a tener suficiente fuerza para las zonas más bajas de Madrid capital situadas alrededor de la rivera del Manzanares, a menos que se disponga de un receptor suficientemente selectivo como los de coche y los incorporados en ciertos móviles. Además, una vez más, en cuanto nos alejamos un poco de la ciudad dicha frecuencia es afectada por otras de provincias colindantes como es en este caso Cadena Dial desde Toledo; por lo que una emisora cuya audiencia la intenta buscar y no siempre la encuentra con facilidad ya es un problema.

La segunda razón es por una cuestión de usabilidad, término al que nadie le da importancia, posiblemente porque muchos ni siquiera sepan lo que significa, pero que también es crucial para obtener audiencia. Pensemos que la Frecuencia Modulada, sobre todo para la gente más mayor que es el target de Radio Intercontinental, no deja de ser un enjambre de emisoras, y actualmente de ruidos e interferencias, salvo si estamos muy cerca de un determinado centro emisor como el de las radios evangélicas y latinas de la Calle Secuoya en Carabanchel, algunas de las que emiten en Plaza Castilla y, sobre todo, las que lo hacen desde Torrespaña.

Sin embargo,  en la Onda Media, por sus características y regulación, apenas hay seis emisoras; por lo que a menos competencia más claridad, pero sobre todo más sencillez. Basta con encender, girar y ahí está. Eso es usabilidad, convertir en un paso lo que en Internet se convierten en diez; además de tener una cobertura espectacular y no digamos por la noche que se puede llegar hasta Úbeda si se dispone de un buen receptor.

Lo supo muy bien Onda Cero cuando tuvo que recurrir precisamente al 918 Khz, siendo éste cedido en régimen de alquiler cuando pertenecía a Radio Intercontinental de Madrid para emitir determinados programas como «La Radio de Julia» o «Protagonistas«, hasta que definitivamente el Grupo Planeta se hizo con Cadena Ibérica (Radio España) y terminó emitiendo toda su programación por el 954 Khz. Lo sabe igualmente La Cadena COPE quien, por cierto, reformó no hace mucho su centro emisor de Onda Media en Madrid y nunca ha dejado de emitir por él a pesar de disponer dos emisoras en FM, el 106.3 y el 94.8, además de Cadena Cien en el 99.5, Mega Star en el 100.7, Rock FM en el 101.7 y, por supuesto, Internet.

Además, se da la casuística de que hay tanta identificación de su audiencia con la Onda Media, que casi podríamos decir que se ha convertido en un símbolo más de su imagen corporativa. Es decir, ambos conceptos van unidos dentro del imaginario colectivo de esos mismos oyentes; de manera que sólo cuando cojan la radio de toda su vida y donde había un 918 Khz mudo vuelva a escuchar «Aquí, Radio Intercontinental Madrid» la sentirán realmente resucitada.

Y la tercera razón quizás es la más importante. Porque si hablamos de recuperar realmente el valor diferencial de Radio Intercontinental de Madrid, con su línea editorial conservadora, pero independiente de la derecha liberal, será inevitable que resulte incómoda políticamente; por lo que nos parece aún más imprescindible disponer de esta licencia reglamentaria si no quiere convertirse en carne fácil de matadero; a no ser que se pretenda simplemente utilizar su marca, de una Radio Intercontinental descafeinada que nunca será como tal y que, por tanto, la gente tradicional que la seguía puede sentirse defraudada.


Recuperar Radio Intercontinental de Madrid es recuperar también su clásica línea editorial; o si no, no estaríamos hablado de Radio Intercontinental de Madrid

Este punto puede ser un tanto controvertido. Hablar de líneas editoriales es hablar inevitablemente de las ideologías políticas ligadas a esas mismas líneas editoriales pero que, por otra parte, toda radio generalista que se precie necesita ya que es el pilar básico sobre el que se apoya su audiencia para identificarse con ella.

Así que, para entenderlo mejor, vamos a enfocarlo desde un punto de vista económico trayendo al recuerdo figuras como la de Jose Manuel Lara, quien bajo la presidencia de su Grupo Planeta unificó, siendo el mismo propietario, medios tan dispares como La Razón y La Sexta, además de Antena 3, Onda Cero, Europa FM y Melodía FM que actualmente conforman Atresmedia. Sencillamente porque en su inteligencia, cuando se trataba de emprender, siempre hubo una ley que no entendía de ideologías, y que además él defendía como muestra de pluralidad, que es la de que todos sumasen dentro de su target para hacer rentable el proyecto empresarial en su conjunto o al menos permitir que fuera sostenible, es decir, que no hubiera pérdidas de ninguna de las maneras.

Un concepto parecido es el que plantemos aquí y nos preguntamos: ¿podría ser Enrique Riobóo el nuevo Jose Manuel Lara de la prensa local madrileña? ¿podríamos tener una Radio Intercontinental de Madrid con la línea editorial que mantenía antes de la llegada de Intereconomía junto a un Canal 33 cuya línea editorial, por lo que vemos, parece más bien contraria? ¿En qué medida la dependencia que en la práctica terminan teniendo los medios respecto a los poderes públicos podría dificultar ese doble juego? Y sobre todo ¿hasta qué punto Enrique Riobióo puede haberse planteado o estar decidido a asumir ese reto (muestra de pluralidad como decía Jose Manuel Lara), si de verdad pretendemos recuperar en serio Radio Intercontinental de Madrid y no aprovecharse sólo de una marca que muchos recuerdan con nostalgia?

Efectivamente son muchas las interrogantes que nos acechan. Porque, como decíamos, es evidente que en cualquier radio generalista, y más en ésta que en ninguna, el grueso de su audiencia no está en los que escuchan la música de los años sesenta y setenta, sino en los comunicadores que la congregan afines a esa misma línea editorial nacida de la familia Serrano Suñer, nos guste o no; y que, al mismo tiempo, son los que también arrastran el grueso de toda la publicidad, que muchas veces, está unida a ellos más que a la propia audiencia como es el caso de Dentín Odóntólogos con el popular espacio «¿Y Usted que Opina?» o Residencia Los Nogales y la inmobilaria Gestur en «Sencillamente Radio«.

Por tanto, por citar ejemplos concretos, deberían volver espacios como: «Punto de Vista» junto a los antes citados «Sencillamente Radio» y «¿Y usted que opina?«, todos ellos con sus genuinos presentadores y colaboradores que describían la emisora por sí misma; por no hablar de «Primera Página«, «Mundo Noticias Inter» e «Intertulia» así como «Vida a los Mayores«, «Saludable«, «Vivir con Júbilo«, «Abriendo Boca«, «Ecos del Motor«, «El programa de la Publicidad«, «El Guateque de la Inter«, «Yo soy atlético» o «Inter punto Millenium«, por citar más ejemplos.

Asimismo, y en cuanto a todos sus comunicadores, nos perderíamos en una larga la lista entre los que trataron de resistir durante la etapa del Grupo Internacional de Medios como Carlos Peñaloza y Rafael Nieto, los que posiblemente se vieron obligados a iniciar nuevos proyectos en otras emisoras como fue el caso de Maria Jose Peláez con su «Déjate de Historias» en EsRadio, los que también trataron de crear sus propios proyectos en el intento de rescatar aquella marca de Cadena Ibérica como ya hemos explicado, los que afortunadamente terminaron encontrando un pequeño hueco en Sol Radio Madrid (anteriormente llamada Radio Sol XXI), sobre todo en lo que se refiere a radio musical como Enrique Lozano; y los que recientemente, hasta julio de este año, también formaban parte de la programación de Decisión Radio como Eduardo García Serrano. Y, por supuesto, no nos podemos olvidar de Emilio Javier, el «Jordi Hurtado» de «La Inter«, la segunda voz más emblemática de la publicidad de esta emisora después de la de María Elena Domenech, desgraciadamente fallecida en 2020.

Todos ellos con sus dilatadas vidas profesionales, que la mayoría crecieron en la Intercontinental de Madrid que se pretende rescatar, pero también entendemos que con la piel un tanto requemada de tantos vaivenes, compras de medios y cambios directivos desde la irrupción de Intereconomía ¿estarían dispuestos a volver con su misma energía o más en caso de que fueran invitados? Ojalá que sí, pero eso ya es otra cuestión que también habría que considerar.


Conclusión

Tratar de recuperar Radio Intercontinental de Madrid es una idea que siempre nos parecerá loable, pero manteniendo un equilibrio entre la ilusión y la realidad; de manera que la ilusión nunca nos ciegue la realidad.

Y a día de hoy, con una FM saturada, a la vista de otros proyectos fracasados y la necesidad básica de emitir por una Onda Media que pudiera ser compleja, habría que tomarlo con cautela o plantearse hasta qué punto puede apostarse por esos retos por encima de la ilusión si se quiere ir con un poco de seguridad.

Por otra parte, pensamos que repoblar su audiencia y publicidad también pasa por recuperar la genuina línea editorial que desde su fundación por la familia Serrano Suñer, nos guste o no, siempre fue su seña de identidad y valor diferencial, incluso respecto al resto de emisoras de ideología conservadora; por lo que en este caso habría que plantearse el desafío de tener dos medios de comunicación con líneas editoriales presumiblemente opuestas bajo un mismo dueño, Canal 33 y Radio Intercontinental de Madrid, como en su día hizo Jose Manuel Lara bajo la presidencia del Grupo Planeta unificando a La Razón y a la Sexta; porque en su inteligencia había una ley que no entendía de ideologías, que era la de que todos los medios sumasen económicamente dentro de cada target para hacer del conjunto un proyecto empresarial rentable.

Así que de la respuesta a estas y otras preguntas, como ya hemos indicado a lo largo de nuestra profunda reflexión, dependerá de si realmente se pretende recuperar seriamente la auténtica Radio Intercontinental de toda la vida que dejó huérfana a su audiencia; o más bien podríamos interpretarlo como la oportunidad de utilizar la marca de la emblemática emisora para dar más popularidad al propio Canal 33, como en su momento hiciera Intereconomía, en una operación que por lo menos deseamos toda la suerte para Enrique Riobóo a diferencia de quien la dejó en pública subasta para que el Grupo Internacional de Medios se adueñara de ella y finalmente terminara enmudeciendo el mítico y poderoso punto del dial, el 918 Khz de la Onda Media de Madrid, que a día de hoy sigue muerto a la espera de que alguien, no sabemos si Enrique Riobóo en colaboración con otros emprendedores interesados, la rescaten igualmente de sus cenizas.

 

 

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