Sin duda, uno de los aspectos más interesantes, como ya hemos explicado, es que Navacerrada también prestaba un excelente servicio a parte de las dos Castillas y que gracias a ello podían captarse tanto las emisiones de Castilla La Mancha TV desde Madrid como posibilitar igualmente la recepción de la autonómica madrileña en muchas zonas de Toledo, Guadalajara, Cuenca, Ávila, Segovia; e incluso Soria, Salamanca o Valladolid.
De hecho, ante el temor de que más de 35.000 telespectadores perdieran la señal de Telemadrid con el apagón de abril de 2010, Navacerrada siguió emitiendo provisionalmente durante dos meses más por primera vez en TDT, convirtiendo en múltiplex el hasta ahora canal 41 que había estado utilizando en analógico, y consiguiendo la ilusión en muchos ciudadanos de entonces de ver incluso mejorada su cobertura para todas las provincias antes mencionadas (tal y como así queda reflejado en el foro de zackyfiles.com).
Sin embargo, no hay nada más frustrante como ponerte la tarta delante de los ojos (y nunca mejor dicho) para luego quitártela; de modo que tras esos dos meses provisionales todo quedó en una especie de experimento radioeléctrico, demostrando hasta dónde podía ser factible que Navacerrada siguiera ofreciendo un servicio incluso bastante superior en TDT, para que finalmente esa misma frecuencia fuera ocupada por un canal pirata de videncia desde el centro emisor del Valle del Tiétar, y que por tanto, la recepción de Telemadrid quedara francamente limitada prácticamente a su cobertura desde Torrespaña, y que igualmente Castilla La Mancha TV pasase a depender del mencionado Valle del Tíétar, Bustares, Iriépal o Parla, como emisores más cercanos a Madrid.

Finalmente en cuanto a la tercera, es decir, la televisión de Castilla y León, es una de las que más ha quedado afectada desde el proceso de liberalización del dividendo digital con el cambio al nuevo múltiplex 21; y que incomprensiblemente, pese a ser una de las frecuencias con mejores posibilidades de propagación, apenas se recibe en muchas zonas donde antes sí se recibía, posiblemente por interferencias de una emisión pirata de la antigua Canal 7 en el mismo múltiplex.
Televisiones autonómicas fuera de sus autonomías, deseos y controversias
El tema de captar las televisiones autonómicas de otras comunidades vecinas, especialmente en las provincias más cercanas a las autonomías colindantes, siempre ha sido un tema recurrente desde que surgieron con la Ley del Tercer Canal; dependiendo también de las características históricas y culturales de cada región, la oferta televisiva en ese momento y hasta qué punto las respectiva o respectivas autonómicas aportaban contenidos realmente atractivos para la otra autonomía.
Por ejemplo, tal y como cuentan en diversos foros como el de Mundoplus.tv, de muchos años, primero en analógico y después en TDT, es sabida la recepción de la televisión andaluza Canal Sur en Puertollano y otros pueblos de Ciudad Real, en parte gracias a un pequeño repetidor situado cerca de Mestanza, y que tras permanecer inactivo unos siete meses mientras se producía la reordenación de frecuencias con la liberalización del Dividendo Digital, se ha vuelto a encender, incluso haciendo pruebas en diversos múltiplex como el 37 o el 42, dejándolo finalmente en su nueva frecuencia, el 36 de UHF; y hasta el punto de que este año muchos vecinos de la zona temían no poder ver por primera vez las procesiones de Semana Santa de Canal Sur; algo que prácticamente se ha convertido en una tradición.

Lo mismo podemos decir de Aragón TV, que tal y como publica el Heraldo.es en marzo de 2010, y muy al contrario con la manera en que se ha procedido con Navacerrada, gracias al repetidor navarro de Higa de Monreal (que vemos) se ha logrado suplir las zonas de sombra de las llamadas Altas Cinco Villas; al mismo tiempo que se podía ver en buena parte de la misma Navarra y La Rioja, y por tanto, unas 80.000 personas de ambas comunidades limítrofes conseguían sintonizarla.
Incluso, como bien sabemos, llega un momento en que son comunidades autónomas enteras las que desean compartir las televisiones autonómicas vecinas, como es el caso una vez más de Aragón TV o el controvertido interés de la catalana TV3 de emitir tanto en Valencia como actualmente en Baleares. Es por ello, que la reciente ley de Comunicación Audiovisual termina por contemplar este tipo de situaciones dándoles un marco legal, siempre y cuando las comunidades autónomas involucradas fueran geográficamente colindantes y firmaran un convenio para ello.
Sin embargo, pese a todo, las cosas siguen sin ser tan fáciles en la práctica y no exentas de polémica; precisamente porque detrás de estas decisiones no están los ciudadanos sino intereses políticos que pueden ir desde su más acérrimo deseo, como es el caso de Cataluña con Valencia y Baleares, hasta la más dura e incomprensible oposición como la que protagonizó la Comunidad de Madrid en su empeño por la retirada de un pequeño repetidor de Castilla La Mancha Televisión instalado en Parla para la zona norte de Toledo; primero previo requerimiento al Ministerio de Industria, después mediante recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional y llegando hasta el Tribunal Supremo, siendo desestimadas finalmente sus pretensiones según la sentencia definitiva elaborada por el Alto Tribunal en febrero de 2013.

A esto hay que añadir las interferencias que años después, en 2011, se producían desde la localidad de Cabanillas del Campo impidiendo ver Telemadrid en buena parte de Toledo y Guadalajara, y como en cierta medida pienso que sigue pasando con Castilla La Mancha TV; pues pese a agradecer el cambio de frecuencia de la demarcación local de Pozuelo, una emisión ilegal de un canal de videncia captada en la zona sur de Madrid e identificada con los programas «Datatest 1, 2, 3 y 4«, emite en el mismo múltiplex 56 que utiliza Castilla La Mancha Televisión para la provincia de Guadalajara, al igual que me resulta sospechoso que el múltiplex 23 correspondiente a dicha autonómica en Toledo también esté ocupado por una señal de hasta un 51 % en potencia y calidad, sin que contenga ningún programa en su interior, tal y como se puede apreciar en las imágenes (pincha en la imagen para agrandar)


Y finalmente, una vez más, están las inversiones que exige Abertis por la adaptación y planificación en todos los centros emisores necesarios; además de que el resto de las televisiones privadas también lo ven con recelo, pues supone aumentar la oferta televisiva y, por tanto, la competencia, en unas áreas geográficas donde para ellas lógicamente no deberían verse.

Así que al final casos como éste no sólo terminan quedando en papel mojado, sino que incluso como ya hemos comentado, en cuanto sobrepasamos los límites de la comunidad vecina, existe la tendencia de que sus señales sean interferidas por emisiones piratas que, salvo la enérgica reacción en el caso de Cabanillas del Campo, lo normal es mirar para otro lado; o bien siguen produciéndose curiosas coincidencias de frecuencias, como está pasando con el repetidor de Castañar de Ibor, que desde que ha empezado a emitir en el nuevo múltiplex 46 choca con una emisión local de Toledo desde el Valle del Tiétar, de manera que muchos vecinos de Talavera y alrededores tienen muchas dificultades para sintonizar la televisión de Extremadura (foro mundoplus.tv)
Conclusión
En definitiva, en una época donde las nuevas tecnologías están consiguiendo eliminar precisamente las fronteras, y donde consecuentemente muchas de estas televisiones autonómicas están difundiendo sus contenidos, no ya fuera de sus ámbitos de cobertura sino al resto del mundo; resulta contradictorio y hasta ridículo que por otra parte se pongan límites tanto a las ondas (que hoy por hoy siguen aportando gratuitamente la mejor calidad) como al propio derecho de sus ciudadanos de recibirlas; siempre y cuando estemos hablando de ciudades, provincias o regiones próximas, donde al compartir lazos históricos, sociales y culturales, resulten de interés.
Por tanto, como ya se demostró en aquellos dos meses provisionales emitiendo por primera vez en TDT, y si hubiera realmente voluntad de responder a los intereses de los ciudadanos, al igual que en el caso de Aragón TV, Navacerrada no debería resultar un obstáculo, sino todo lo contrario; una oportunidad de resolver eficazmente muchas zonas de sombra como ya comentamos, al tiempo que poder compartir las respectivas televisiones autonómicas a través de un centro emisor, que pese a su «cuestionable» mantenimiento, siempre lo han superado sus beneficios, eficiencia y calidad técnica, incluso mejorada si se quisiera, gracias a la TDT.